No es que sea fan de Javier Marías, pero suelo leer sus artículos en el dominical de El País (¡el dominical de El País!, esa publicación pequeñoburguesa que tanto le gusta a Alvarez Rabo). Siempre me los leo sin orden, así que no sé si este era de este mes o de hace dos, pero la cosa es que me pareció que el Marías había dado totalmente en el clavo: en este gobierno, y en general en todo el PP, triunfan las caras de malfollados. Incluso antiguos sonrientes como Gallardón o Javier Arenas tienen ahora el morro torcido. Y la que recortaba y privatizaba en Madrid con gracia chulapona y alegres mofletes en la cara ha dimitido.
Es como si resucitara ese espíritu medieval de que la vida es un Valle de Lágrimas y que nuestra misión es sufrir y hacer que cuadren las cuentas del deficit. Curiosamente, estas prédicas siempre las han soltado todos los Diaz Ferrán de la historia, los mismos que en privado derrochaban a dos manos mientras se descojonaban de risa.
Dibujos cortesía de Mr. Gero. ¡Gero, espabila y dibuja más!
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