Lo normal es que de jóvenes seamos todos unos anarquistas románticos y según engordamos y nos encanecemos nos vayamos convirtiendo en unos fachas miserables. Aunque siempre hay quien hace el camino al revés. Mirad a Jorge Vestrynge.
Comenzó su carrera política pegándole, junto con sus amigos de Fuerza Nueva, cadenazos a los obreros que se manifestaban en los últimos años del franquismo. Poco después se convirtió en el secretario de aspecto hitleriano de Alianza Popular, fiel escudero de Manuel Fraga hasta que dejó de serlo. Pasó después años intentando que le admitiera el PSOE. Cuando por fin lo consiguió se aburrió y se fue de asesor de Izquierda Unida y hasta de Hugo Chávez. Y ahora le van a poner un multazo de los gordos por participar en escraches.
Visto esto me pregunto: ¿qué fue de Hernández Mancha (para los jóvenes o desmemoriados, ese presidente de Alianza Popular, sustituto temporal de Fraga, tan ridículo como Aznar pero con peor suerte)?
Joder, qué rarezas tiene la política
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