No hice demasiadas amistades en la universidad, debido en parte a mi carácter tímido-huraño y en parte a que cursaba una titulación (periodismo en la Complutense) masificada en la que cada uno iba a lo suyo. En la actualidad, el único amigo que conservo de esa época es Manolo, alias Gero. Empezamos a hablarnos porque los dos teníamos una afición común: combatir el aburrimiento en clase pintando monos en las mesas del aula. Solo que los dibujos de Manolo eran mucho mejores que los míos, y eso que el muy tarado los hacía con la izquierda.
Me ha costado casi dos décadas convencer a este individuo para que dibuje alguno de mis guiones, pero ahora mismo ya estamos en racha. Aquí dejo un ejemplo de una historieta que no me quedó demasiado bien y que nunca se llegó a publicar y la versión posterior con dibujo de Gero. En cualquier caso, fue nuestra primera colaboración en el TMEO y quizás la más floja. En las historietas dibujadas después el nivel fue subiendo aún más, y ahora mismito tenemos dos inéditos entre las manos que van a dar que hablar...
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